domingo, 15 de mayo de 2016

Comunidad La Yabita - Problemática Identificada

El maltrato familiar o violencia de género  que afecta a la comunidad del barrio es  entendida como un problema social de víctimas y agresores, que reside normalmente en los hombres por mantener el “orden de género” y poder social, afectando  principalmente a las mujeres por el simple hecho de serlo, estos hombres  maltratan en la mayoría de los casos a las mujeres que escogen como pareja y  ejerce  todo tipo de violencia tanto físico, psicológica y  moral,  para hacer que su pareja cumpla sus expectativas y deseos logrando total sumisión de parte de ella. 
Es importante resaltar que las mujeres no escogen relacionarse con hombres que después serán sus agresores, este tipo de violencia se considera  un ciclo de violencia que  toma fuerza con el transcurrir del tiempo llegando hasta el punto de convertirse en  agresión verbal, o física, abuso sexual y emocional finamente es este efecto traumático el que hace que las mujeres terminen callando como lo puede ser el caso de las mujeres del barrio.
Así mismo la sobreexposición a un fenómeno causa su normalización y en ésta comunidad es evidente que existe una normalización, puesto que las mujeres ya sea por desconocimiento o por tolerancia, las mujeres de la Yabita no asumen que el maltrato o el habla en mala forma constituyen tipos de violencia verbal o psicológica y solo reconocen las manifestaciones de violencia física;  además expresaron la conformidad de algunas de ellas al ser violentadas y la posición de que: las demás personas no tienen que meterse en mis asuntos (Pérez, 2014).
La violencia familiar del barrio es una cosante hacia las madres en el hogar  ya que predomina el maltrato físico,  verbal, y emocional hacia ellas y sus hijos.
La representación femenina en el barrio “la Yabita” es de un 50.47% a diferencia de la masculina con un 49.53%, y aunque es mayor  el porcentaje de mujeres,  son los hombres los encargados de llevar el sustento a su casa,  mientras ellas se quedan en el hogar cuidando a sus hijos.
Las causas de este problema derivan de la pobreza en la que vive el barrio, y los pocos recursos laborales con los que cuentan los hombres cabeza de hogar, además de los bajos niveles de educación que no permiten que puedan tener empleos óptimos.  Se podría decir que al ser un sitio de personas vulneradas sus afectaciones hacen que los problemas sean de mayor poder.
Comúnmente son las mujeres y los niños los que más sufren la violencia doméstica al ser el hombre el que mayormente ejerce este tipo de maltrato hacia los miembros de un hogar. Esta situación genera un desequilibrio de poder, desde el más fuete hacia el más débil, situación que conlleva a daños psicológicos graves en los niños que evidencian el maltrato del padre hacia la madre, repercutiendo de tal manera que los llevan  a volverse violentos y agresivos tanto con sus propios hermanos y familiares hasta con las personas que los rodean.
Se considera importante intervenir en esta problemática de la violencia intrafamiliar porque la base de la sociedad es la familia, Según (Lorente y Lorente, 1998). La familia como institución se ha considerado, históricamente, un ámbito privado donde el comportamiento de sus miembros se sitúa fuera del control social. Las creencias y mitos culturales asociados al sistema patriarcal han legitimado desde tiempos remotos el poder y la dominación del marido hacia la mujer y los hijos, despojando a estos de todo derecho legal. Tanto la mujer como sus hijos carecían de individualidad, absorbidos por la del hombre cabeza de familia, a cargo de quien legalmente estaban y que tenía plenos derechos para usar las medidas que creyera convenientes para mantener el control sobre ellos.

Entonces podríamos pensar si no se interviene en familias agredidas tanto física, moral y psicológica estaríamos enfrentándonos en un futuro a personas con las cuales no se podía convivir ya que la agresividad estaría presente en todas las relaciones y por lo tanto nos enfrentaríamos a un problema que implicaría toda una sociedad.

viernes, 13 de mayo de 2016

Modelo Seleccionado por el Grupo - EMPOWERMENT

EMPOWERMENT
Paulhus, (1983), citado por Mendoza Sierra (2002) indican que “A nivel individual el empowerment o potenciación, se refiere a la percepción de control personal y competencia, a la comprensión y aceptación de las normas del grupo, a la colaboración con otras personas y el apoyo mutuo, y al diseño de estrategias de afrontamiento y toma de decisiones concretas en relación a alguna situación determinada. Es importante señalar que el empowerment tiene un referente contextual, ya que las personas pueden experimentarlo en relación a algún ámbito de la vida, pero no necesariamente en todo ellos (laboral, familiar y socio-político)” 
De acuerdo a Mendoza (2002) el potenciamiento es un proceso en el que un individuo o grupo adquiere recursos y control para asumir actividades y/o resolver situaciones que antes de éste proceso superaban sus capacidades, o se tornaban conflictivas.
A partir de la potenciación los individuos y comunidades toman el control de sus procesos de transformación y orientan todos sus esfuerzos al cumplimiento de las metas que hacen posible el cambio anhelado.
A nivel comunitario se orienta a estimular el sentido de pertenencia de los miembros de la comunidad, para articular en ésta  el respeto mutuo, la reflexión crítica, la participación de grupo y cuidados personales; para garantizar el desarrollo comunitario y la distribución equitativa de los recursos.
Maya (2004) cita algunos autores para aclarar que las estrategias que permiten poner en marcha el proceso de potenciación pueden consistir en (a) el fortalecimiento de las capacidades individuales, (b) la mejora de la organización y la estructura del grupo, (c) la eliminación de barreras a la participación y (d) la mejora de los recursos ambientales
A nivel individual, es básicamente a la percepción del autocontrol y la capacidad individual para hacer frente a las situaciones; se integra de 3 componentes fundamentales: intrapersonal, interaccional y comportamental.
Componente Intrapersonal: incluye la autopercepción, la motivación, autoeficacia y la percepción de las capacidades individuales.
Componente Interaccional: el conocimiento del otro y del contexto en que se encuentra.
Componente Comportamental: acciones concretas que se ejecutan para lograr objetivos, incluye el manejo de estrés y la adaptabilidad al cambio.
Cuando se logra un equilibrio en estas líneas se promueve la potenciación individual.
El Empowerment busca el fortalecimiento del sentido comunitario, que es definido por Sarason (citado por Maya, 2004) como una experiencia subjetiva en la que un individuo se reconoce como miembro de una comunidad y se integra a una red de apoyo mutuo e interdependencia positiva.
Dicha experiencia subjetiva, se nutre de elementos que le dan forma y la validan, como: “la percepción de similitud con otros, el reconocimiento de la interdependencia con los demás, la voluntad de mantener esa interdependencia dando o haciendo por otros lo que uno espera de ellos, [y] el sentimiento de que uno es parte de una estructura más amplia, estable y fiable”
Fortaleciendo la Subjetividad social, entendida ésta como la subjetividad individual adaptada a la percepción de la colectividad a la que pertenece el individuo. A través de ésta de construyen las relaciones de pertenencia colectiva y se refuerza la cultura; pues a partir de la identidad cultural de un grupo se construyen sus imaginarios y representaciones sociales, y se válida la realidad de la que hacen parte. La subjetividad social permite la  construcción de la complementariedad, a través de la deliberación grupal que propicia la elección de alternativas que generan bienestar a la comunidad y favorecen el desarrollo comunitario.
Aplicación del  Modelo en La Yabita
Para Powell (1990), el empowerment es el proceso por el cual los individuos, grupos y comunidades llegan a tener la capacidad de controlar sus circunstancias y de alcanzar sus propios objetivos, luchando por la maximización de la calidad en sus vidas (Musitu & Buelga, 2004)  El sentido de comunidad es otro concepto clave. Se comienza por la descripción de sus dimensiones y de los instrumentos que permiten su evaluación. Se pasa luego a mostrar cómo se aplica al barrio urbano, un contexto comunitario clave en la sociedad contemporánea. Se finaliza con una perspectiva del papel que juega el sentido de comunidad en la calidad de vida y en la integración social. El apoyo social constituye un pilar esencial de la Psicología Comunitaria.
A través de la Potenciación Comunitaria, se promueve el Desarrollo Humano en la Comunidad la YABITA,  concepto que tiene sus orígenes alrededor de la década del 90 como un método general para establecer distintos niveles del bienestar humano en todos los aspectos de la vida. Desde que apareciera el Primer Informe de Desarrollo Humano del PNUD, (2002; citado por Pérez et al, 2007), éste ha sido fuente de considerables debates en los ámbitos académicos, sociales y científicos. El mismo enfatiza en poner a la persona –sus necesidades, aspiraciones y capacidades– en el centro del esfuerzo del desarrollo. Su propósito está resumido en su eslogan: «Desarrollo de los seres humanos, para los seres humanos, por los seres humanos».
Teniendo en cuenta que el empowerment es un componente positivo, proactivo, y preventivo es una opción viable para vincularlo dentro de la situación de la comunidad, ya que más que centrarse en las debilidades de las personas intenta buscar los aspectos positivos que potenciados por el grupo social permiten mejorar la calidad de vida y bienestar.
Por lo tanto el empowerment es un proceso en el cual cada uno de sus habitantes van adquirir el control de sus propias vidas, en donde puedan desarrollar y potenciar sistemas de ayuda en donde se sabe que van a ver personas en que quieran prestar dicha ayuda o cooperación.
Por ultimo La teoría del Empowerment trata de vincular el conjunto de condiciones personales y sociales que hacen viable la intervención  con el bienestar de las personas de la comunidad de la Yabita, ofreciendo  una diferencia entre lo que cree pertenecer a organizaciones que de alguna forma suscitan el desarrollo personal de sus miembros y el hecho de que estas organizaciones provoquen también el bienestar de la comunidad

Referencias:
Maya Jariego, Isidro. (2004).  Sentido de comunidad y potenciación Comunitaria.   Apuntes de Psicología. 2004, Vol. 22, número 2, págs. 187-211. (ISSN 0213-3334).  Colegio Oficial de Andalucía Occidental y Universidad de Sevilla
Mendoza Sierra, María Isabel.  (2002). El empowerment psicológico en el trabajo.  Universidad le Huelva.
Musitu, G. & Buelga, S. (2004) Desarrollo Comunitario y Potenciación. En G. Musitu, J. Herrero, L.Cantera y M. Montenegro (Eds.), Introducción a la Psicología Comunitaria, (pp. 167-195). Barcelona: UOC

Pérez, O. M., Ramos, I. O., & Achón, Z. N. (2007). Aprendizaje y desarrollo humano. Editorial Universitaria

Modelo de Empowerment - Ana María Beleño



Modelo “Empowerment”
Empoderamiento: Este concepto proveniente del vocablo inglés 'empowerment' y es muy discutido su uso al ser un anglicismo forzado por lo cual se emplean también términos como 'fortalecimiento' y dar/otorgar poder'. El empoderamiento se refiere a que las personas y/o grupos organizados cobren autonomía en la toma de decisiones y logren ejercer control sobre sus vidas basados en el libre acceso a la información, la  participación inclusiva, la responsabilidad y el desarrollo de capacidades. Así, el empoderamiento viene a ser una esfera superior en los procesos de organización social.
  El modelo “Empowerment “es un   proceso por el cual las personas, organizaciones y comunidades adquieren control y dominio (mastery) de sus vidas (Rappaport, Swiff y Hess, 1984).” (Buelga, 2.009, p 100). De esta definición podemos destacar dos elementos fundamentales: la autodeterminación individual que permite a la persona poder tomar  decisiones en torno a los problemas que le afectan en su vida cotidiana y, un segundo elemento es la participación activa y democrática en los procesos que afronta la comunidad.
 El modelo de empowerment refleja los valores sobre los que se sustenta la intervención comunitaria y además es una teoría que proporciona conceptos y principios que sirven para organizar el conocimiento sobre el objeto de la disciplina (Musitu y Buelga, 2004). El planteamiento de este modo de intervención genera una nueva forma de participación social, asimilación de la diversidad cultural y la consideración del individuo y la comunidad como generadores de transformaciones y cambios sociales, a través de un trabajo colaborativo y no directivo que lleven a la acción concreta.
  Orientado hacia:
·         Socialización y sensibilización en estrategias de prevención y minimización de la problemática.
·         Estrategias pedagógicas en manejo de conflictos.
·         Atención continua mediante la construcción de redes de apoyo (familias, comunidad y entes gubernamentales)
·         Participación activa de la comunidad.

El modelo de Empowerment considera que las problemáticas sociales se deben principalmente a la distribución desigual de recursos. La delincuencia, la drogadicción no son el resultado de patologías o desviaciones individuales sino que se entienden como un problema social que se origina y mantiene por una distribución desigual de los recursos, sean éstos materiales, sociales o psicológicos (Musitu y Buelga, 2004).

  Según Hombrados (2013), el concepto de potenciación se considera un constructo muy importante en el desarrollo teórico de la  psicología comunitaria. Los componentes de este complejo concepto deben ser analizados desde diferentes perspectivas teóricas dada su naturaleza ecológica.

La potenciación o empoderamiento, como otros la denominan, se refiere a una condición de poder o autoridad y se relaciona tanto con la determinación individual sobre la propia vida y el sentido psicológico de control personal, como con la participación en la vida de la comunidad y la adquisición de recursos. Es un constructo multinivel aplicable tanto a individuos como a organizaciones, lo que conduce al estudio de las personas en el contexto. El concepto también se desarrolla con la intención de ampliar el campo de actuación de la intervención comunitaria y plantea directrices prácticas importantes dirigidas a incrementar el poder de la comunidad. 

Este concepto ha dejado de pertenecer únicamente al modelo propuesto por Rappaport, y ha sido adoptado en general por la psicología comunitaria para que, como señala Hombrados; oriente sus intervenciones y cada una de las fases que las integran: Identificación del problema, evaluación de necesidades, diseño, programación y planificación de la acción, ejecución e implementación, evaluación y seguimiento.

  Este  modelo de “Empowerment” presenta características que corresponden a los objetivos de la propuesta de intervención frente a las necesidades de la comunidad “la Yabita”, pues se concibe  como un proceso en el cual una comunidad o las personas de esa comunidad, pueden y tienen la capacidad para determinarse a sí mismas, para controlar autónomamente su propia vida; al abordar  el empoderamiento de las mujeres mediante el acceso a la información, la inclusión, el desarrollo de capacidades en el fortalecimiento de la autoestima, control y dominio de sus vidas con la potenciación de recursos individuales y comunitarios.


                                                       Referencias:


Buelga, S. (2007) El empowerment: la potenciación del bienestar desde la psicología comunitaria. En M. Gil (Dir), Psicología Social y Bienestar: una aproximación interdisciplinar (pp.154-173).
Hombrados.M. & Gómez. L. (2013). Potenciación en la intervención comunitaria.
Modulo Intervención Psicosocial  (2001) Vol. 10. Páginas: 55-69.